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Una estufa o una chimenea son elementos funcionales, ya que proporcionan una temperatura agradable durante el invierno, pero su presencia se disfruta más allá de la temporada invernal. De hecho, puede ser un artículo decorativo que aporta una estética elegante y atemporal. La imagen de una estufa o chimenea, encendida o apagada, es muy relajante.
La vivienda se convierte en el refugio perfecto cuando el interior mantiene una temperatura apetecible. El uso de la madera es constante en el mundo de la decoración. Pues bien, la leña aporta el toque definitivo a la vivienda.
Si tienes una chimenea en tu casa, o piensas instalar una, contar con un recuperador de calor puede permitirte ahorrar leña de forma sencilla.
Se instalan en la zona de combustión de la chimenea y van aprovechando el calor generado por las llamas gracias a los conductos flexibles por donde circula el aire, con lo que podrás calentar la casa con menos madera y conseguir subir la temperatura más fácilmente, evitando la pérdida de calor valorada en un 80% sin el sistema de recuperación de calor.
Especificaciones técnicas:
Se recomienda hacer la instalación por un profesional.
Producto que ayuda a proteger el medio ambiente.
Alta resistencia y durabilidad con el uso continuado.
Un recuperador es un intercambiador de calor de recuperación de energía de contraflujo ubicado dentro de las corrientes de aire de suministro y escape de un sistema de tratamiento de aire, o en los gases de escape de un proceso industrial, para recuperar el calor residual.